La clave principal es una mayor conciencia. Conócete a ti mismo! Para ello es necesario observarte, estar en el presente para poder hacerte responsable de tu propia vida y sobre todo de los asuntos referentes a tu propio carácter.
Nuestro carácter se ve reflejado en todo lo que hacemos. Estamos tan acostumbrados a las peculiaridades de nuestro carácter que a veces no notamos nuestros automatismos, esas reacciones que para nosotros “son así”, y pensamos no podemos evitar y muchas veces son las que nos conduce al sufrimiento.
¿PUEDO CONOCER REALMENTE Y TRANSFORMAR MI PROPIO CARÁCTER?
Todos tenemos un carácter y cada uno lidia con el suyo propio. Todo lo que me rodea, lo percibo, lo siento y lo gestiono según mi propio carácter. Interpreto la realidad, viéndola a través de las gafas de mi carácter. Por eso ante hechos similares dos personas pueden responder de manera muy diferente.
Según el carácter puede ser que tenga más importancia en mi vida, mi obra o mis logros, las relaciones personales cercanas, o el éxito social, etc. Casi siempre es importante lograr un equilibrio entre varios de estos aspectos.
Es importante ser consciente de los automatismos del carácter, los aspectos que nos ciegan, nos limitan o hacen que veamos distorsionado lo que nos rodea o a nosotros mismos.
Hay automatismos del carácter que nos llevan a sufrir innecesariamente y nos someten a grandes exigencias que no podemos cumplir, entrando en mecanismos internos de culpa y autoexigencia o de arrogancia, que acaban dejándonos inoperantes o inseguros sobre nosotros mismos y con la autoestima por los suelos.
Todos conocemos la voz interior de la autoexigencia y el juicio, hemos actuado más de una vez contra nosotros mismos, pagando el precio que esto tiene en nuestra vida. O bien hemos rechazado todo tipo de exigencias, boicoteando nuestro propio desarrollo profesional o personal, dejando siempre para mañana lo que deberíamos haber hecho ayer.
Estos juegos del carácter nos dejan exhaustos y desvitalizados, desde la Gestalt se tratamos de reconocerlos e identificarlos, para poder comprenderlos en lugar de vernos arrastrados por ellos.
Cuanto la exigencia es desmedida nos vamos al autoboicot, y no hacemos nada! Y por tanto volvemos a exigirnos con más fuerza, lo que dará por resultado más autoboicot, creando así un círculo sin salida que lleva al malestar interno.
Hay mecanismos de lucha interna que nos cuesta resolver porque implica enfrentarnos a lo que realmente queremos y anhelamos en la vida, más allá de las auto imposiciones.
EL DESAFÍO ES IR MUCHO MÁS ALLÁ DE LAS BUENAS INTENCIONES…
Conocer la verdad, sin maquillaje, de nosotros mismos puede darnos miedo. Tememos consecuencias que anticipamos, por eso preferimos no adentrarnos en el camino y seguir poniendo parches, que al poco tiempo caen y nos muestran que la herida sigue allí.
Nuestras heridas muestran aquello que preferimos no escuchar, no ver, no sentir, pero que sigue allí, pidiendo a su manera un poco de atención, a veces con un sufrimiento sin causa aparentemente o con síntomas de ansiedad. Pero estamos más preparados para enfrentar la realidad, que para vivir con tantos miedos y fantasías.
Ver la dimensión del daño que nos hacemos, hace que busquemos realmente otra forma de relacionarnos con nosotros mismos basada en la confianza, la paciencia, el respeto y el amor, cuestiones necesarias en el camino de transformación.
No se trata sólo de buenas intenciones, si fuera tan fácil nadie tendría problema, porque todos estamos llenos de buenas intenciones. Si bastara con leer un libro de autoayuda, todo el mundo rebozaría de felicidad, pero no es lo que vemos.
Con el trabajo sobre uno mismo vamos comprobando que es posible vivir la vida con mayor coherencia, transparencia y bienestar, y por qué no decirlo, también con un sentimiento de felicidad profundo que más allá de las circunstancias que nos toca vivir. Y recibir un poco de ayuda, aunque sea puntual, puede significar grandes pasos hacía aquello que deseamos conseguir.
Te esperamos en nuestra consulta en Barcelona. Puedes llamar y pedir una primera visita gratuita y sin compromiso.