Skip to main content

Hay muchas personas que pueden ser felices solo con respirar… Yo misma lo he sentido por momentos, con la práctica espiritual, la meditación y el trabajo de conciencia, presencia y responsabilidad que nos plantea la Terapia Gestalt, no solo como terapia sino también como forma de vida.
La meditación ha funcionado como un “reset», muchas veces limpiando basura mental, ayudando a centrarme, a encontrar un lugar dentro mío mas inamovible, que no depende tanto de factores externos, una felicidad propia profunda. Aún así, se me hizo necesario ir solventando temas del día a día, e ir sanando heridas del pasado (que casi todos tenemos alguna), ocuparme de mí, de mantener una buena relación conmigo misma y con las personas que me rodean; conocer y gestionar los automatismos de mi carácter (el principal problema era yo misma), tuve que aprender a convivir con mis emociones (sin dejarme arrastrar por ellas, ni ignorarlas). También fueron útiles en mi proceso personal los conocimientos de psicología que adquiría en la Facultad y las sesiones con mi psicólogo los primeros años de la carrera de Psicología, para permitirme proyectar un futuro bueno para mí, con ilusión, tenacidad y cada vez con más confianza en mí y en la vida.
Todavía me queda camino, aún falta trabajar algunos miedos, la frustración cuando las cosas no resultan, aceptar las pérdidas. Pero puedo decir que me gusta la persona que he llegado  a ser.

El tema es que junto con el trabajo de cambio profundo que he comentado, también hay otro trabajo personal más práctico y de mucha utilidad en el día a día. Se trata de ir tomando conciencia de mis necesidades y de los cambios en lo que necesito. A medida que aprendo sobre mí, me doy cuenta que hay ciertos “ingredientes” en la vida, que me sientan bien, que me ayudan a mi bienestar en el presente. Estos ingredientes que quiero compartir con vosotros los he ido descubriendo a base de probar. En un tiempo puede ser que cambien algunos, porque estoy viva y la vida platea cambios constantemente. Cada temporada, cada lugar y cada época, tienen sus ingredientes particulares. Cuándo me pierdo en el trajín diario, trato de recuperar los ingredientes básicos para la receta de mi propio bienestar, son cosas muy concretas, no son buenas intenciones de esas que al final nunca sabemos si lo hemos logrado o no, como decir: “piensa en positivo”, es una recomendación bastante inútil… Todos lo sabemos!! No es posible modificar esto a no ser que seamos una máquina, pero sí es posible hacer cosas prácticas, que hayamos probado y nos hagan bien y cuando estamos bien, lo de “pensar en positivo”, aparece casi instantáneamente (también lo sabemos casi todos!). Tampoco voy a hablar de actitudes como “ser más auténtico”, “aceptar la realidad”, “ser amable con los demás”, “luchar por lo que uno quiere”, porque no es la intención de éste artículo, lo que quiero es simplemente comentar aquí cosas prácticas del día a día, que me ayudan en éste momento de la vida y tal vez, te ayuden a pensar cuál sería tu lista de ingredientes para tu propio bienestar.
Tampoco quiero decir que si fallara algunos de estos ingredientes no es posible mi bienestar, claro que es posible aunque fallen algunos de ellos (el trabajo más profundo realizado en terapia, ayuda mucho cuando la vida se complica), pero así y todo, considero que sería muy difícil bienestar si fallaran la mayoría de éstos ingredientes, durante un tiempo prolongado. Porque me cuesta ser feliz “solo con respirar”… tengo que hacer algo que me haga feliz.

Mis ingredientes para el bienestar son (no están ordenados por prioridad, sino ha medida que fueron escritos):

1) Dormir 8 horas
2) Comer sano
3) Ir a yoga cada semana
4) Estar en contacto con amigos cada semana
5) Mantener una buena relación con mi familia y visitarlos
6) Construir un buen vínculo de pareja
7) Poner energía en proyectos que me hagan ilusión
8) Sostenerme económicamente
9) Cuidar mi salud
10) Hacer cosas concretas por los demás
11) Caminar un poco cada día
12) Cuidar mi imagen y mi aspecto
13) Vivir en un lugar que sea bueno y agradable para mi
14) Reflexionar sobre mi propia vida de manera concreta (como ahora)

Hay otros ingredientes probados que van muy bien y trato de hacer a menudo, como viajar y conocer lugares nuevos; asistir a eventos artísticos, culturales o de entretenimiento; ver algún programa o serie de televisión que me guste, leer libros, conectarme a Internet, bailar, escuchar música, escribir y algunas cosas más, pero creo que los ingredientes más importantes a día de hoy, son los de la lista, a mí me funciona recordarlo. ¿Quieres hacer tu propia lista?

2 Comments

Leave a Reply