Se acercan las vacaciones y las imágenes de palmeras tropicales, atardeceres en islas caribeñas, pasar la tarde en una tumbona, empiezan a ocupar tu mente. Todo parece un sueño hecho realidad, pero de pronto y sin aviso irrumpe la otra cara de la moneda de las vacaciones: la ansiedad, los asuntos no resueltos que reaparecen.
Durante la etapa previa a la partida, otras imágenes, tales como nuestro hogar solo durante tantos días, el impacto de sumergirnos en una nueva cultura y lo que nos deparará el trabajo al regresar, se agolpan sin cesar en nuestra mente generándonos cierto estrés e interfiriendo en las deseadas vacaciones.
Una batalla entre el bienestar y el malestar comienza a tener lugar dentro de nosotros y nos toma de rehenes al tiempo que diezma ese creciente entusiasmo que solía acompañarnos durante toda la planificación del viaje.
Como psicólogos en Barcelona vemos a menudo los síntomas de ansiedad, palpitaciones y el malestar que parecen querer inmiscuirse en las maletas y aguarnos la fiesta durante el verano. Cierto es que esto puede evitarse y si es necesario tratarse.
Medidas a tomar para que el estrés pre-vacacional siga de largo
Existe una serie de medidas cotidianas que podemos tomar y así evitar que el estrés que se genera justamente por buscar un poco de relax a través de unas vacaciones:
- Ordenar el espacio de trabajo: si te aterra volver y encontrar una montaña de papeles a punto de desmoronarse, simplemente ocúpate de ello antes de irte de vacaciones. Para la terapia Gestalt la responsabilidad es un pilar fundamental. Conviértete en responsable de gestionar tu lugar de trabajo para encontrarlo tal cual deseas a tu regreso.
- Comunicar a los clientes: Si eres autónomo, enviar una notificación a los clientes te hará despegar tranquilo sabiendo que nadie te llamará para que entregues nada al día siguiente mientras estás disfrutando de tu descanso. Es posible que dejes a personas a cargo de tu negocio, eso también forma parte de lo que conviene comunicarles a los clientes. De este modo, sabrán que tener un poco de paciencia y les resultará beneficioso.
- Delegar: si nos ponemos de acuerdo podemos formar un sólido equipo de trabajo, tanto en casa como en la oficina. Entre todos podrán dejar todo preparado antes de la salida. Querer encargarte de todo solo te llevará a una situación de malestar o dejar cosas sin acabar.
- Dar instrucciones claras: Ya sea a quien dejas en casa para que alimente al gato, ya sea a tu vecino o amigo que va a echarte una mano para regar las plantas o, incluso, a los que se quedan en la oficina: asegúrate de dejar instrucciones concisas, exactas y de explicar los posibles desafíos con los que se encontrarán.
Suelta, comparte y agradece
En ocasiones todo esto no es suficiente para conseguir viajar con tranquilidad y el espíritu libre. Por eso, en nuestro despacho de psicólogos en Barcelona completamos con una serie de recomendaciones como pueden ser las siguientes.
- Ejercicio físico: en un cuerpo sano y descansado la ansiedad no encuentra fácilmente la puerta de entrada. Si corres algunos kilómetros, intentas seguirle el ritmo a la instructora de Zumba, pones kilos sobre tus hombros para hacer sentadillas o desafías la gravedad trepándote a unas coloridas telas, te sientes bien, pero llega un momento que el cuerpo te pide es descanso para recomponerse.
- Masajes, música o una cena con amigos: ya sea a nivel casero o en un espacio pensado para tu bienestar, recibir estos estímulos ponen calma y deleitan el tacto, el oído y el gusto casi de forma simultánea. Al entrar en un estado de confort, estamos creando una barrera contra el estrés. Lo que nos enseña la terapia Gestalt, es que verdaderamente vivimos en el ahora. Por lo tanto, tus vacaciones forman parte del futuro, algo que aún no llegó. ¿Vale la pena angustiarte ahora por ello?
- Planifica salidas con tus amigos: a medida que la fecha impresa en el boleto de avión empiece a sonar cada vez más cercana, hazte un espacio para invitar o visitar a tus amigos o amigas. Es más, puedes ir un paso más allá de una simple reunión y animarte a preparar un postre para ellos con tus propias manos. ¿Qué ganas con esto? Aparte de muchos aplausos por parte de quienes te quieren bien, ganas dos cosas muy importantes. La primera de ella es la de centrar tu atención en algo diferente. Lo otro muy importante que tienes para ganar es que, si no eres repostero o repostera, aprenderás algo nuevo, lo cual no es poco.
- Agradece: el agradecimiento es un sentimiento que siempre debe estar presente en el complejo entramado de nuestras emociones. Toma el folleto de tus vacaciones en tus manos o enciende la pantalla de tu ordenador y pon las fotos que la agencia te ha enviado del sitio que estarás visitando en breve. Míralo y agradece tener la oportunidad de acceder a ese lugar o al lugar que has elegido. Este simple ejercicio te ayudará a sustituir el temor y la ansiedad por una sensación de bienestar.
Estas son solo algunas de las cosas que pueden ayudarte. Si no son suficientes, no dudes en venir a nuestro despacho de psicólogos en Barcelona y darle una pronta solución a estos temas, que son de lo más normal.